Expertos abordan aspectos éticos sobre la medicina convencional y las medicinas alternativas

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El seminario de la Cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza, que patrocinan el Colegio de Médicos de Zaragoza y la Organización Médica Colegial, abordó en su última sesión «Cuestiones éticas polémicas en torno a la medicina convencional y las medicinas alternativas». El Seminario, moderado por el director de Proyectos de la Cátedra, Rogelio Altisent. La sesión contó con la participación de Juan Gérvas, médico general y profesor de Salud Pública de la Universidad Autónoma, de Javier Lanuza, profesor titular de Farmacología en la Facultad de Medicina de Zaragoza, de Javier García Campayo, psiquiatra y profesor asociado de la Facultad de Medicina de Zaragoza, y de Borja Apellaniz, estudiante de 5º de Grado, de la Delegación de Alumnos de la Facultad de Medicina de Zaragoza.
El doctor Juan Gérvas, encargado de abrir el turno de intervenciones, indicó en un momento de su exposición que «el peligro es una medicina sin límites». Aunque, según reconoció, la medicina se ha legitimado por la ciencia y la tecnología, su crédito está «en la humanidad, en el sentido común». Y por eso ha realizado una llamada a la tolerancia. «Hay quien va a Lourdes y sana», señaló, para concluir, que «en el pensamiento habrá que ser humildes».
Por su parte, Javier Lanuza planteó si la homeopatía tiene espacio en la medicina científica. A su juicio, «sí, pero». Lanuza defendió que esta medicina alternativa tiene evidencia y tiene papel desde hace unos veinticinco años. En este sentido, señáló que «el paciente tiene capacidad de decidir y hemos de estar a la altura de nuestros pacientes». Tras señalar que los medicamentos homeopáticos deben ser prescritos por médicos, odontólogos, veterinarios, podólogos, y obligatoriamente dispensados por farmacéuticos con las garantías de las agencias reguladoras (EMEA y AEMPS), Lanuza ofreció un análisis de situación de la homeopatía. Como dijo, la homeopatía está presente en más de 80 países en el mundo. Hoy en día hay 248.400 médicos formados en homeopatía para 300 millones de pacientes. A su vez, en la UE, los médicos homeópatas están integrados en los sistemas sanitarios de muchos países (Reino Unido, Francia, Suiza, Alemania, Italia, Bélgica…). En España existen 4.400 pediatras homeópatas, un 36%, 4.300 médicos de AP y 700 ginecólogos. Javier Lanuza defendió, asimismo, que los efectos de la homeopatía no son atribuibles únicamente al efecto placebo, y que justifican una mayor investigación en homeopatía.
Del placebo, efecto deseado producido por las expectativas positivas del paciente respecto al tratamiento, y del nocebo, efectos no deseados producidos por las expectativas negativas del paciente respecto al tratamiento ha hablado el Psiquiatra Javier García Campayo.
El Psiquiatra se refirió a los criterios y normas éticas para usar un placebo:
-Intención médico: BENEVOLENCIA o bienestar paciente (No causas económicas o profesionales)
-No existe ningún tratamiento más eficaz
-Se da para aliviar sufrimiento (no para que se calle o librarnos de él)
-Si no es eficaz hay que retirarlo
-Si somos preguntados si es un placebo, debe decirse
-Si es efectivo, no puede retirarse si no hay un tratamiento mejor
Javier García Campayo planteó una serie de cuestiones a este respecto: ¿Debe informarse al paciente de la evidencia científica de los tratamientos? (serán menos efectivos los que digamos que baja evidencia);  ¿Se le debe informar que la mayor parte de la eficacia de un tratamiento especifico se debe al efecto placebo?  ¿Hasta qué punto es legítimo manipular a un paciente para aumentar el efecto placebo?
El representante de los estudiantes, Borja Apellaniz, por su parte, se mostró muy crítico con la cuestión. En su intervención se refirió al artículo 26 del Código de Deontología Médica: «El médico debe emplear preferentemente procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente».
Apellaniz insistió en el posicionamiento contra las Terapias Alternativas sin Evidencia Científica que la CEEM aprobó en octubre del pasado 2013: «Como máximo órgano representativo de los Estudiantes de Medicina del Estado se opone firmemente al uso de prácticas diagnósticas y terapéuticas sin eficacia demostrada en pacientes, especialmente de las medicinas sin evidencias científicamente demostradas. Asímismo consideró «inadmisible la promoción de las mismas entre el alumnado y los profesionales sanitarios, ya sea por parte de la Universidad, Colegios de Médicos u otras entidades así como la existencia de planes de estudio o estudios de postgrado que contengan competencias que pretendan la integración de las mismas en la práctica médica».[…] Como se recordó, el CEEM trabajará activamente para que estos procedimientos no sean presentados acríticamente a pacientes, estudiantes o profesionales sanitarios, oponiéndose públicamente a estas malas prácticas y transmitiendo información científica cuando sea necesario».
El estudiante reconoció que el 35,4% de los alumnos de la Facultad considera interesante o muy interesante la asignatura optativa de la Homeopatía, y el 42 % la de acupuntura, al señalar que la medicina no es sólo ciencia se ha referido a que «en la formación de los futuros médicos falta trato con el paciente, no se nos ha enseñado una visión integral del paciente».
Finalmente, durante el coloquio, al que se sumó la presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza, Concha Ferrer, hubo momentos para la reflexión. En este contexto, el profesor titular de Farmacología Javier Lanuza, al referirse a la situación que se vive en las facultades de Medicina en relación a la homeopatía, concluyó: «hemos pasado de la libertad de Cátedra a la dictadura del estudiante», para preguntarse a continuación: ¿Por qué esa animadversión hacia la homeopatía?

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